MARCELO VERDEJA El anterior Ministerio de Medio Ambiente con el Real Decreto 1559/2005, sobre sanidad animal, obligaba a los propietarios o conductores de rehala a la desinfección de perros y vehículos, en un centro autorizado, antes y después de una jornada de caza, haciendo imposible la desinfección, primero por la escasez prácticamente total, de centros autorizados y, segundo, por la incompatibilidad de horarios entre rehaleros y el centro. Esto estuvo a punto de acabar con la caza en batida y montería la pasada temporada y gracias a que el que tenía que hacer cumplir la ley, en muchos casos hizo un poco la vista gorda, sabiendo que era imposible cumplir semejante despropósito, sumado esto al caos legislativo que en materia de caza suponen las 17 leyes distintas que rigen en las distintas Comunidades Autónomas.